Las notas periodísticas editan para resumir la
información, se centran en lo actual, pero es bueno conocer la historia.
Las
paredes del vagón siempre exhibieron fotografías del proceso, algunas hemos
ahora despegado para digitalizar ante la falta de copias.
En 1992 Andrea Waitzman y Daniel Di Lorenzo forman pareja
de vida y artística. Crean la compañía de títeres “El Andén”. Toman la
iniciativa de lograr un espacio dedicado al teatro de títeres en un vagón de
tren. Convocan para esta aventura a Hugo Adamini, director de compañía “Los
Gullis”, la cual también integraba Daniel. “Los Gullis” y “Los Chilotitos” habían
elaborado anteriormente el proyecto del CIT (Centro Integral del Títere).
Los sueños se fusionan y toman forma para el proyecto de acondicionar
el vagón, brindar espectáculos y talleres para formar nuevos titiriteros y
titiriteras. Los periodistas y gestores culturales Eduardo Zanoli y Carlos
Suarez se entusiasman y apoyan. También es importante el rol de la Fundación
Papelnonos y Desarrollo Social de la Nación. El Ferrocarril cede un furgón postal,
autoridades y personal del ferrocarril realizaron importantes tareas.
Varias voluntades se sumaron, Laura Waitzman, Guillermo
Dillon, Omar Cheride, Alejandro Adamini, Daniel Roque Di Lorenzo, Luz Mabel Merlos,
Cristina García, Pancho García y señora, Bruno Kluss, Sonia Basualdo, Cristian
Stoesell yseguramente varios que escapan
a la memoria.
Muchos se acercan aportando tiempo, ideas, entusiasmo., en
la medida de sus posibilidades, mucho o poco todo suma.
Se cumplen los objetivos de la primera etapa brindando
espectáculos y talleres de los que surgen nuevos artistas titeriles y nuevos
espectáculos.
El Vagón de los Títeres recibe entonces una mención especial del premio "Estrella de Mar" por su aporte a la cultura.
Luego el Vagón realiza sus primeros movimientos por las
vías llevando a varias ciudades el arte titeril.
En 1.998 Andrea Waitzman se radica en España, disolviéndose
la compañía “El Andén”, y crea en Madrid la compañía “Le Guignol Orthopedique”
con la que continúa obteniendo éxitos y cuando visita Argentina brinda
espectáculos en su querido Vagón. Laura Waitzman, también en España y luego en
Buenos Aires, desarrolla su compañía “Arte en Off”. Guillermo Dillon se
establece en Tandil con sus títeres “Engañapichanga”. Cristian Stoesell parte
con sus títeres x Latinoamérica y se radica en México. Bruno Kluss crea en Mar
del Plata “Títeres de la cruz”.
Hugo Adamini “Los Gullis” y Daniel Di Lorenzo “Teatro anden
de trapo” continuaron en Mar del Plata. Junto a otras compañías realizan varias
giras con el vagón que años más tarde quedó estable en Mar del Plata, siempre con
la programación abierta a todas las compañías interesadas.
A lo largo de tantos años el vagón sufrió mil avatares,
varias veces estuvo inactivo largo tiempo al borde de su desaparición, pero
siempre resurgió. Varias veces debió ser reconstruido, reciclado, reparado.
Sorteando los achaques propios del paso del tiempo, dificultades
administrativas, burocráticas y económicas ya que sus características le
impiden recibir subsidios como otras salas. Pero siempre resurgió como ave
fénix de sus cenizas.
En 2013, a punto de pasar a desguace como reducción de chatarra
ferroviaria, se logró con mucho esfuerzo un nuevo emplazamiento y reciclarlo
nuevamente.
Unos años después Hugo Adamini fallece. Daniel Di Lorenzo
continúa con el espacio abierto a todos los titiriteros y titiriteras. Ya han utilizado
el espacio infinidad de artistas titeriles.
El vagón ya está necesitando nuevas reparaciones
importantes y más manos titiriteras que renueven la programación y la energía.
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