"El Vagón de los Títeres"











“Valija de Tesoros”


"El tesoro perdido de la inocencia eterna" (Valija de Tesoros). Compañía Idas y Vueltas, de Cintia Arce y Gaby Farace.


Cuca y Gala, dos payasas, llegan a la selva con una misión, encontrar el tesoro perdido de la inocencia eterna. 
Embarcadas en esta hermosa aventura se topan con diversos animales: la mona Jacinta (perseguida por un cazador), el gurú de la selva Maharolo, animales extraños, cantores...
entre pistas y canciones
encuentran al Coco quien les dirá dónde está el tesoro...
Burbujas gigantes en el fin de este viaje.
 
Nuestras valijas guardan tesoros. Historias y
personajes de la infancia que revivimos en cada
encuentro, con la intención de acercar el ayer al
hoy. Resignificando cuentos y personajes que
son reliquia. Jugando en cada momento del viaje
cargado de sentido, poesía y melodía"
 
Gabi y Cintia son artistas marplatenses. Su formación en Danza Expresión Corporal sumado a los hallazgos personales de cada una les abre camino a la exploración sensorial a través del juego, la música y los relatos orales.
Juntas, acercan una propuesta cargada de colores y pensada para disfrutar con todo el cuerpo.

LOS CUENTOS DEL VIEJO TITIRITERO


Personajes de clásicos cuentos para niños, y otros creados por Pepe, compartirán con el público sus aventuras llenas de picardía, amor y fantasía. Narrando diferentes historias, divertidas y de miedo… hasta héroes aparecerán en estos maravillosos cuentos para que la platea infantil participe activamente de las ocurrencias de los títeres.
 
Con más de 80 años, Pepe García es el titiritero con más historia en Mar del Plata y ha sido declarado “Vecino Destacado” de la ciudad.

Desde 1966 a la fecha "Los 4 gatos" hicieron reir con sus muñecos a varias generaciones de marplatenses con muchos personajes por él creados, como el "El Diablo Pata Fría", "Pajarraco", "Piolita y Piolín", "Fosforito", "La Jirafa Josefina" o la "Tortuga que no se llama Manuelita".




LAS AVENTURAS DEL LOBO FEROZ



































Pablo García desde muy chico abrazó la profesión de animar muñecos junto a su padre, el veterano titiritero Pepe García.

“Las Aventuras del Lobo Feroz" esta basada en el tradicional cuento "Caperucita Roja" cuyo protagonista es un hambriento lobo, que deambula por el bosque tratando de conseguir algún animal comestible, hasta que se encuentra con caperucita.
Ante la insólita situación de que el titiritero carece de un personaje que pueda cazar al lobo se deberá solucionar el dilema con la activa participación del público.
Complementa el espectáculo la obra "Un fantasma Cataplasma" que narra las visicitudes de un niño que es amenazado por un fantasma y de cómo hace para defenderse a pesar de sus miedos.

Proceso de creación de "El Vagón de los Títeres"

Las notas periodísticas editan para resumir la información, se centran en lo actual, pero es bueno conocer la historia. 
Las paredes del vagón siempre exhibieron fotografías del proceso, algunas hemos ahora despegado para digitalizar ante la falta de copias.
En 1992 Andrea Waitzman y Daniel Di Lorenzo forman pareja de vida y artística. Crean la compañía de títeres “El Andén”. Toman la iniciativa de lograr un espacio dedicado al teatro de títeres en un vagón de tren. Convocan para esta aventura a Hugo Adamini, director de compañía “Los Gullis”, la cual también integraba Daniel. “Los Gullis” y “Los Chilotitos” habían elaborado anteriormente el proyecto del CIT (Centro Integral del Títere).  
Los sueños se fusionan y toman forma para el proyecto de acondicionar el vagón, brindar espectáculos y talleres para formar nuevos titiriteros y titiriteras. Los periodistas y gestores culturales Eduardo Zanoli y Carlos Suarez se entusiasman y apoyan. También es importante el rol de la Fundación Papelnonos y Desarrollo Social de la Nación. El Ferrocarril cede un furgón postal, autoridades y personal del ferrocarril realizaron importantes tareas.
Varias voluntades se sumaron, Laura Waitzman, Guillermo Dillon, Omar Cheride, Alejandro Adamini, Daniel Roque Di Lorenzo, Luz Mabel Merlos, Cristina García, Pancho García y señora, Bruno Kluss, Sonia Basualdo, Cristian Stoesell yseguramente  varios que escapan a la memoria.
Muchos se acercan aportando tiempo, ideas, entusiasmo., en la medida de sus posibilidades, mucho o poco todo suma.
Se cumplen los objetivos de la primera etapa brindando espectáculos y talleres de los que surgen nuevos artistas titeriles y nuevos espectáculos.
El Vagón de los Títeres recibe entonces una mención especial del premio "Estrella de Mar" por su aporte a la cultura.
Luego el Vagón realiza sus primeros movimientos por las vías llevando a varias ciudades el arte titeril.
En 1.998 Andrea Waitzman se radica en España, disolviéndose la compañía “El Andén”, y crea en Madrid la compañía “Le Guignol Orthopedique” con la que continúa obteniendo éxitos y cuando visita Argentina brinda espectáculos en su querido Vagón. Laura Waitzman, también en España y luego en Buenos Aires, desarrolla su compañía “Arte en Off”. Guillermo Dillon se establece en Tandil con sus títeres “Engañapichanga”. Cristian Stoesell parte con sus títeres x Latinoamérica y se radica en México. Bruno Kluss crea en Mar del Plata “Títeres de la cruz”.
Hugo Adamini “Los Gullis” y Daniel Di Lorenzo “Teatro anden de trapo” continuaron en Mar del Plata. Junto a otras compañías realizan varias giras con el vagón que años más tarde quedó estable en Mar del Plata, siempre con la programación abierta a todas las compañías interesadas.
A lo largo de tantos años el vagón sufrió mil avatares, varias veces estuvo inactivo largo tiempo al borde de su desaparición, pero siempre resurgió. Varias veces debió ser reconstruido, reciclado, reparado. Sorteando los achaques propios del paso del tiempo, dificultades administrativas, burocráticas y económicas ya que sus características le impiden recibir subsidios como otras salas. Pero siempre resurgió como ave fénix de sus cenizas.
En 2013, a punto de pasar a desguace como reducción de chatarra ferroviaria, se logró con mucho esfuerzo un nuevo emplazamiento y reciclarlo nuevamente.
Unos años después Hugo Adamini fallece. Daniel Di Lorenzo continúa con el espacio abierto a todos los titiriteros y titiriteras. Ya han utilizado el espacio infinidad de artistas titeriles.
El vagón ya está necesitando nuevas reparaciones importantes y más manos titiriteras que renueven la programación y la energía.










"La Andariega" y "El Vagón de los Títeres"

Muchas generaciones, deben a Javier Villafañe, el mayor titiritero de habla hispana, momentos de inefable alegría. 
Su teatro itinerante “La Andariega”, una carreta, retablo, escritorio, vivienda, se convirtió también en un estilo de vida, en una manera de soñar, sentir y vivir el mundo.

El 1 de abril de 1996, la muerte lo busca  a Javier, y lo encuentra.
En Mar del Plata, Andrea Waitzman y Daniel Di Lorenzo, teatro de títeres "El Andén", estaban planeando una sala de títeres itinerante en un Vagón de Tren.

En Diciembre de 1996 se inaugura “El Vagón de los Títeres”.
Meses después, visitan “El Vagón de los Títeres” a aficionados del ferromodelismo. 
Uno de ellos relata “hace muchos años, estuvimos con el vagón-maqueta de ferromodelismo en el Festival de Teatro Infantil de Necochea. Allí estaba Javier Villafañe. 
Lo invitamos a tomar mate a nuestro vagón para mostrarle los trencitos a escala y nos comentó: Yo viaje haciendo títeres en carreta, en canoa, luego en casilla rodante, en avión….qué lindo sería viajar haciendo títeres en un vagón de tren!

Quienes hicimos “El Vagón de los Títeres” comprendimos entonces que estábamos viviendo un sueño de Javier. 
Haciendo realidad un sueño. 
Mezclar sueños y realidades fue el juego preferido de Villafañe. 
Quizá sea la mejor forma de soñar, la mejor forma de vivir.

Los personajes y las historias de Javier jamás llegarán a envejecer.
No sienten el lento rodar de los años. 
Viven y sonríen por encima del tiempo. 
Nos siguen fascinando. 
Ayer desde su mítica carreta, “LA ANDARIEGA”, hoy en un mágico vagón de tren, “EL VAGÓN DE LOS TÍTERES”

Javier Villafañe y "La Andariega"

Javier Villafañe nació el 24 de junio de 1909, en el barrio de Almagro, Buenos Aires. 
Desde niño anidó un especial gusto por la escucha de relatos –ya fueran clásicos narrados por su madre, o populares por una empleada española–; por sentir y palpitar la poesía callejera, y se maravillaba con el mundo de los títeres.




La Andariega
A los 24 años asiste a una escena determinante para su vida. Transcripta por su amigo Pablo Medina, en "Javier Villafañe. Antología. Obra y Recopilaciones" (Sudamericana, 1990), el propio Villafañe comenta: “Un día estábamos en el balcón de la casa de mi hermano, Oscar, en la calle Azcuénaga, con Juan Pedro Ramos, el poeta y amigo, y pasó un carro conducido por un viejo, y sobre el heno que llevaba iba un muchacho mirando el cielo mientras masticaba un pastito largo y amarillo. Pensamos en ese momento con Juan qué hermoso sería poder viajar toda la vida en un carro y que el caballo nos llevara adonde quisiera”.


Seducidos por el ideal de libertad, por la voluntad artística y la celebración de la vida, ambos compañeros dan origen a “La Andariega”, aquella mítica carreta devenida hogar y teatro de títeres ambulante. Nacida de un carro hielero y remozada por manos propias y amigas, se pobló de personajes legendarios como el mentado Maese Trotamundos. 
Ramos y Villafañe dan la primera función de "La Andariega" en un baldío del barrio de Belgrano, el 22 de octubre de 1935
Juan Pedro Ramos (izq.) y Javier Villafañe (der.) Primera función en La Andariega. B° Belgrano. Octubre de 1935

La Andariega de Villafañe en la ciudad de Azul 1965



La Andariega fue cambiando caballo, carro, y nombre. En esta imagen vemos a J. Villafañe en La Plata con el teatro ambulante "El Barrilete"






Primero hacia el sur de la provincia de Buenos Aires, en compañía de Juan Pedro Ramos, y luego hacia el norte –donde quedaría particularmente impactado por la gente, la fauna y la geografía entrerrianas–,Villafañe da comienzo a su infinito derrotero de artista ambulante. A esos primeros viajes seguirían otros por el interior profundo de la Argentina y muchos países.

Con el tiempo llegaron sus distintas nupcias, sus hijos, el oficio periodístico y una profusa obra literaria. Pero nunca se truncó su vida andariega. Sus pies y “sus manos” hollaron Europa, África y América.

Javier con su "teatro que camina"
En 1940 recibió una beca de la Comisión Nacional de Cultura para "divulgar la actividad titiritera". Acerca de este oficio publicó varios libros, entre los que destaca "Teatro de títeres". Debido a la dictadura militar, se vio obligado a retirarse del país y retornó en 1984. Villafañe también se dedicó a la poesía y la narración. Recibió numerosos premios. Las obras de Javier, son piezas clásicas del género en todo el mundo.
Él ha editado sus poemas en papel maché. Tienen ojos de vidrio, melenas de lana y capas voladoras. Sus libros exasperan parques, enloquecen ferias y se van a pie por los caminos.
Cuando un titiritero levanta el brazo y muñeco en mano anuncia una de sus obras, pide la palabra. Es un actor, sí. Lo que muchas veces no sabe es que enarbola un poema.

Conclusiones insoslayables…
No ha sido por casualidad que Javier Villafañe expresara:
“El títere nació el primer amanecer, cuando el primer hombre vio por primera vez su propia sombra y descubrió que era él y al mismo tiempo no era él. Por eso el títere al igual que su sombra, vivirá con él y morirá con él.”




Títeres originales de Javier Villafañe


Javier con Maese Trotamundos
Celebrando a Javier
“Creo que el secreto de Javier es haber conservado al niño.
Ese que todos traemos al nacer: curioso, imaginero, transformador tierno, irreverente y a la vez creyente.
Ese ser luminoso que poco a poco, en la gran mayoría de los humanoides, se va opacando, gracias al cumplimiento de las buenas costumbres y a la aceptación de una interminable cadena de absurdos que nos alejan del verdadero sentido de la vida.
Gracias Javier por haberte burlado (con la altura de un pájaro) de tantas idioteces. Gracias por haber celebrado tantas sencilleces, siempre, con las manos limpias.”

María Teresa Corral. 2009